Este año 2023 ha sido robusto para los activos de riesgo. El índice S&P 500 (Estados Unidos) ha aumentado 25.6% en lo que va del año, mientras que el índice MSCI World (Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Francia y Canadá) ha subido 20.4%. Incluso los bonos han registrado un año positivo en rendimientos.
La perspectiva de una posible recesión en la economía de Estados Unidos consideraba la posibilidad de otro año negativo en los mercados accionarios, replicando el comportamiento del 2022. Sin embargo, hemos observado un desempeño muy favorable este año para los activos de riesgo.
Perspectiva para el 2024
En términos generales, existen factores que respaldan una perspectiva positiva para los mercados accionarios en el siguiente año. A continuación se analizan algunos.
Solidez económica
Los indicadores macroeconómicos de Estados Unidos han resultado mejor de lo estimado. El crecimiento del Producto Interno Bruto fue superior a 5% durante el tercer trimestre del 2023 y el mercado ha dejado de lado las estimaciones de una recesión. En Europa, aún continúan las presiones inflacionarias pero a medida que éstas disminuyan podríamos ver indicadores de crecimiento económico real más favorables.
La inflación está disminuyendo
La inflación -un incremento generalizado en el nivel de precios- fue el factor determinante para una alza en las tasas de interés y por consecuencia, el desempeño negativo en los activos de riesgo el año pasado. Un escenario de política monetaria relajada en donde las tasas de interés tienden a bajar, es positivo para los mercados accionarios ya que se reactiva el crédito, el consumo, la producción industrial y en general, la expansión económica. La inflación en Estados Unidos ha caído cerca del 3% y se estima que la Reserva Federal pueda llevar a cabo recortes, de al menos 75 puntos base, en la tasa de referencia en 2024, lo cual apoya la perspectiva de una continuación en el desempeño positivo de los mercados accionarios el próximo año.
Inicio de un nuevo ciclo de productividad económica
Se puede estar gestando un nuevo ciclo de alta productividad económica. Las economías desarrolladas presentan ciclos en su productividad y crecimiento económico. Los ciclos de alta productividad anteriores se han dado en las décadas de 1920, 1950 y 1980 y por lo contrario, los de baja productividad han sido las décadas de 1930, 1970 y 2010.
Actualmente, podemos evidenciar un alza en las tasas de productividad económica en Estados Unidos. Además, se cuenta con factores que la impulsan como la Inteligencia Artificial, la computación en la nube y la medicina genética. Los ciclos de alta productividad económica son ideales para invertir en acciones y podríamos estar en el inicio de uno.
Una opción de inversión en acciones son los fondos de tendencias globales. Actualmente, hay fondos que este año superaron el rendimiento de los principales índices bursátiles con atractivos retornos de hasta 28%. Estos fondos invierten en empresas que innovan y generan mejoras en la productividad. Al entrar en un ciclo de alta productividad económica, podemos esperar un desempeño favorable en estos fondos durante varios años.
Para conocer más acerca de estos fondos, capitalizar las tendencias globales y optimizar el desempeño de tu portafolio de inversión, es recomendable contar con la asesoría profesional de un International Financial Advisor (IFA). En la sección www.rammoli.com/reservas puedes reservar una sesión de consultoría en inversiones para analizar las oportunidades en los mercados financieros globales y estructurar un portafolio adecuado a tu perfil de inversión con los grupos financieros de mayor solidez.
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